jueves, diciembre 29, 2016

Palabras y palabras...


Sin embargo, a pesar de tus palabras, te costaba esfuerzo incluso respirar y tomabas aire entre ellas. Porque hablar es arriesgarnos siempre a sufrir una pequeña asfixia. Hablar es como si no nos importara morirnos; palabras y palabras expeliendo el aire que nos alimenta, derrochando el oro del oxigeno. Por eso yo me callo siempre, temo morirme de un exceso de habla.



(José Carlos Somoza)



 

1 comentario :

José A. García dijo...

El silencio se parece muy poco a la vida...

Saludos,

J.